miércoles, 21 de febrero de 2018

MANSPLAINING

De todos los micromachismos que las mujeres sufrimos a diario, el mansplaining o “machoexplicación” es uno que me irrita particularmente. El hombre que, en tono paternalista y superior, se ve con la capacidad intelectual de explicar a la mujer, ese ser inferior, asuntos que él piensa que de otra manera no somos capaces de entender, es una muestra del machismo que, a veces, puede pasar desapercibido. 
Creo que todas hemos vivido situaciones de este tipo: en el trabajo, por parte de compañeros o de nuestros jefes; al ir a comprar un coche o a pedir un préstamo; en el tiempo de ocio, con amigos que, llegado el momento de conversaciones más profundas, adoptan un tono de voz especial y te dan el argumento “final”, el que ya no tiene posibilidad de rebatirse, en su opinión, y  que es fruto de su superioridad intelectual y de su preparación imbatible; y, cómo no, en el terreno familiar siempre está aquel que se cree en la obligación de explicarte cuestiones políticas, de educación o de religión.
Contra esto me planteo, como profesional de la educación, cómo transmitir a mis alumnas de primaria la mirada violeta e impertinente que las capacite para, primero, darse cuenta de este micromachismo y, segundo, no permitirlo y enfrentarse a él.
Tengo claro que la coeducación es el pilar fundamental y, a partir de ahí, una formación desde los tres años que incluya el empoderamiento femenino, la educación afectivo-sexual, la autoestima y la asertividad.  A mis alumnas de los cursos superiores, les hago observar los estereotipos que aparecen en los libros de texto y las incito a constituirse en rebeldes de género contra las injusticias que se cometen contra ellas, incluso en sus hogares, con respecto a sus hermanos varones. No me olvido tampoco de mis alumnos, claro está, en la educación en y para la igualdad. 
Es una tarea difícil pero ¿quién dijo miedo?





1 comentario:

  1. Que sutiles y peligrosos los micromachismos, estan con nosotras, cerca, se introducen por las rendijas de una conversacion, un momento compartido de trabajo, relax, en familia, con amigos y amigas, en la calle, en una tienda...
    Solo la educacion y la sensibilidad hace posible descubrirlos y reaccionar contra ellos.
    Gracias por recordarnoslo . Maria

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